Habíamos finalizado la construcción de nuestra casa y estábamos terminando los detalles.

Debíamos engramar todo el jardín, y para ello había dos opciones, sembrar la preciosa grama San Agustín, que consume toneladas de agua y requiere gran cuidado, o sembrar grama “de cerro”, que es grama común, muy resistente y que aun si se seca, a la primera lluvia reverdece.

Considerando que el tiempo de verano es bastante seco y que el patio era un poco grande, decidimos sembrar grama de cerro.

Al principio el jardín estaba lindo,  pero pasado un tiempo, comenzaron a crecer todo tipo de malas hierbas. Así que comenzamos a limpiar el jardín. Algunas hierbas eran fáciles de sacar  y nunca más crecían porque sus raíces eran poco profundas.

Otras, por el contrario, tenían raíces gruesas y muy profundas. Había que escarbar y sacar toda la raíz para evitar que volvieran  a crecer. La mayoría de las veces se nos quedaban raíces y al tiempo teníamos nuevamente las malas hierbas.  Después de mucho trabajo, ahora gozamos de una grama casi libre de mala hierba.

Nuestra vida, lo sepamos o no, está regida por nuestros pensamientos, creencias y hábitos. La mayoría de ellos crecieron con nosotros y se afianzaron y profundizaron con el tiempo.

Algunas  de estas creencias y hábitos son barreras que impiden nuestro éxito. Así como las malas hierbas hay que sacarlas de nuestra vida.

Hay personas que buscan un cambio asistiendo a conferencias, leyendo material de desarrollo personal o inscribiéndose seminarios. Igual que en mi jardín, las creencias y pensamientos superficiales pueden ser erradicados fácilmente.

Pero aquellos que están profundamente afincados en nuestra mente, tanto que se han convertido en los paradigmas que guían nuestra vida, son realmente difíciles de erradicar. En este caso, se requiere algo más para salir adelante. Esperen la segunda parte de este blog para contarles mi experiencia.

Si el día de hoy sabes que hay creencias y hábitos que están saboteando tu desempeño, es el momento que les digas adiós y comiences a cultivar la actitud mental adecuada para triunfar.

¿Qué creencias y hábitos te están deteniendo? Compártelas para ayudarte a  crecer juntos.