Tengo un buen trabajo, me va bien económicamente, pero siento que me falta algo  y eso me hace sentir más mal, porque veo que para muchos la situación económica no está bien y yo me estoy quejando.

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He escuchado a profesionales, ejecutivos y empresarios manifestar algo similar. A pesar de que les va muy bien, sienten que “algo” les falta.

Son personas que han invertido mucho tiempo de su vida en formarse, que tienen excelentes carreras profesionales y muchas oportunidades. Sin embargo, la sensación de que falta algo está allí presente.

Con el tiempo esta sensación se va convirtiendo en un sentimiento de tristeza, de angustia, de estrés. Algunos me dicen que quisieran hacer algo más pero no saben qué. Otros me dicen que sienten que se les han acabado las metas, que lograron mucho y ahora no saben qué más hacer.

Quizá le pasa a usted algo similar.

Cuando estas personas me cuentan cómo se sienten, recuerdo mi propio camino, cuando me enfrenté con la pregunta ¿Y ahora qué? Tenía 33 años, casada, con hijos, en la cúspide de mi carrera. Pude haber seguido allí, pero en el fondo tenía la sospecha que debía haber algo más.

Y había mucho más. Después de pasar años estudiando, investigando, buscando ayuda y experimentando, comprendí qué es lo que faltaba. Había pasado toda mi vida de una meta a otra, sin pensar en un horizonte, hasta que llegó el momento en que me di cuenta que ya no había horizonte. Entonces, ¿Cuál era el propósito de toda la locura del trabajo? Era un corre corre, sin saber a dónde iba pero con la esperanza de llegar.

Fueron años difíciles, en los que sentía que tenía muchas piezas de un rompecabezas, todas eran bonitas e interesantes, pero no podía armar el rompecabezas porque no sabía cómo era la imagen.

Tuve que parar y tomarme el tiempo de identificar mi propio horizonte. Y comencé de nuevo. Ahora si con pasión y visión, me lancé a reiniciar mi vida: con propósito, basada en mis talentos y con el objetivo de servir a otros.

[pullquote] “Los dos días más importantes de tu vida es el día en que naces y el día en que descubres por qué.” Mark Twain[/pullquote]

Si tienes esta sensación, quiero decirte que en lugar de ser algo malo, es un mensaje de alerta que te estás enviando a ti mismo, un mensaje que dice: Tienes potencial para más y no lo estás usando. Ese es el “algo” que sientes que hace falta.

En este caso, puedes tomar uno de dos caminos: descubrir ese horizonte personal o como hace la mayoría, darte por vencido y acallar esa voz interior que a gritos te dice: Hay algo más para ti.

Desde el otro lado te puedo asegurar, vale más la pena optar por la primera opción.  

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