Todo el día paso trabajando y no avanzo. Tengo metas y aspiraciones pero no sé cómo las voy a lograr si por más que trabajo no logro nada y me siento atrapado en un día a día. Sé que soy una persona muy capaz, trabajadora e inteligente, pero no sé cómo salir de este ciclo y lograr mis metas.

http://picjumbo.com/girl-writing-in-her-moleskine-diary/

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¿Se ha sentido así?  Este es un sentimiento muy frecuente en nuestra veloz sociedad actual. No es de un grupo específico de personas, tanto altos  ejecutivos  como personas en labores más operativas pueden encontrarse desconcertadas en cuanto a cómo frenar y tomar el control de su vida.

Algunos pocos logran llevar una vida con intención y alcanzan sus metas. En tanto, el resto se siente aún más desconcertado pensando: ¿Qué tiene él que no tengo yo? Para luego caer en el juego de autojuzgarnos pensando que no somos tan inteligentes o capaces o que los otros son “especiales”.

La realidad es que sí es posible para todos llevar una vida  intencional. No es fácil, pero si posible.

El secreto está en las palabras del famoso autor James Allen: “Hasta que el pensamiento no esté acompañado de un propósito no habrá logro inteligente alguno”.

[pullquote]“Hasta que el pensamiento no esté acompañado de un propósito no habrá logro inteligente alguno”. James Allen[/pullquote]

Podemos pasar todo el día ocupados haciendo mil cosas y no avanzar simplemente porque estas mil cosas no apuntan para donde queremos llegar.  El secreto es determinar qué es lo que queremos lograr y medir cada actividad que realizamos de forma que apunte a lo que queremos lograr. Entre más intencional sea en sus actividades diarias, más se acercará a vivir una vida con propósito.

Estos pasos le pueden servir de guía para comenzar:

  1. Deténgase y determine: ¿Qué es lo que verdaderamente quiero? Sea lo más honesto y analice desde una perspectiva integral lo que quiere para su vida personal, familiar, económica, profesional, etc.
  2. Haga una lista de todas sus actividades habituales y compárelas con lo que realmente quiere lograr. Para cada actividad implemente acciones de control:
Actividad Acción
Malas: Actividades que le quitan tiempo y no le ayudan en nada (Ver tv, navegar por internet, etc.) Elimínelas inmediatamente
Buenas: Actividades que son buenas pero no apuntan a su propósito (Estudiar temas que no aplican a su propósito, pasar tiempo con personas simpáticas pero que no le ayudan a crecer). Sacrifíquelas. Vea en perspectiva y comprenda que aunque son buenas actividades le están quitando tiempo y esfuerzo para dedicarse a lo mejor.
Obligatorias: Actividades que no apuntan a su propósito pero que debe hacer obligatoriamente (cocinar, tareas operativas necesarias) Sea más eficiente y conserve su gozo.  Todos debemos hacer actividades obligatorias, pero podemos lograr que estas actividades sean más eficientes y aprovechar el tiempo (por ejemplo escuchando audiolibros mientras cocina). Lo más importante es que mientras las lleva a cabo conserve su gozo y comprenda que son parte de su vida.
Excelentes: Actividades que apuntan a su propósito. Hágalas con intención y con excelencia. Inclúyalas en forma intencional en su agenda y busque la excelencia en ellas.

 

  1. Busque ayuda de un mentor o un coach. El proceso no es fácil, si lo fuera todos lo harían. Es por ello que debe ser intencional en buscar un coach o un mentor que le guíen a crear nuevos hábitos y formas de pensar que le conduzcan a vivir una vida intencional con propósito.

Recuerde, si es posible para usted lograr sus metas, el secreto está en su intencionalidad y su agenda diaria.