La transición de empleada a empresaria no es fácil. Trabajé 15 años como empleada para diferentes organizaciones y de repente me encontré con el reto más grande de mi carrera, el convertirme en empresaria.

No pretendo decir que desde el principio tuve un plan al detalle, fue más bien un crecimiento instintivo. Sin embargo, les comparto algunas acciones que han sido fundamentales en mi crecimiento como empresaria y que podrían ayudarle.

  1. Invertir seriamente en desarrollo y crecimiento personal: Me di cuenta que tenía que crecer y evolucionar y cambiar mi forma de pensar de empleada a empresaria. Es por esto que comencé a tomar seminarios especializados en varias áreas. Negocios: Tenía que aprender a pensar como empresaria, por eso estudie la filosofía de negocios de grandes empresarios. Desarrollo personal: Una empresa es el reflejo del pensamiento de su dueño Twetealo 🙂 . Por eso supe que tenía que crecer como persona, ampliar mi visión  y solidificar mi confianza propia. Busque mentores especializados y comencé a leer los mejores libros de desarrollo personal. También contraté un  coach que me ayuda a desafiar mis pensamientos. Áreas especializadas: En esta etapa estoy desarrollando conocimientos especializadas para mi empresa, que los he dividido en dos áreas: Especializarme en los servicios que ofrezco (Desarrollo personal, coaching, desarrollo de líderes); Especializarme en lo que necesito saber para vender (cómo vender, plataformas online, hablar en público, escribir, redes sociales).
  2. Definir valores y prioridades. Sabía que si quería triunfar, lo tendría que hacer en forma integral, por eso me tomé un tiempo para afianzar mis valores y hacer un compromiso con mis prioridades personales. En mi caso el orden es sencillo: Dios, Mi esposo, mis hijos, mi familia inmediata, mi trabajo y mis amistades. Respetar este orden ha sido un desafío diario, pero me ha dado la paz y la confianza propia que necesito para enfrentar los retos de cada día.
  3. Definir cuál era el valor agregado que puede dar al mercado: En el mercado hay demasiada competencia, ¿Qué puedo hacer yo de especial? Esa pregunta me llevó a estudiar mis fortalezas y las áreas en las que debía crecer para ofrecer un servicio diferenciado y con valor. También me tome el tiempo para determinar a qué mercado podía servir mejor. Para hacerlo me pregunté tres cosas: Cuáles son mis mejores habilidades, cuáles son mis intereses, a quien puedo servir mejor con lo que ofrezco.
  4. Trace un plan de transición. Este tema lo he platicado ampliamente en mi post: Un plan para iniciar su empresa aun si no tiene dinero. 
  5. Amplíe su círculo de influencia: Comencé a conocer a personas que hacen lo que yo quería hacer. En Honduras no hay muchas personas especializadas en mi campo, por lo que el Internet fue fundamental en el proceso. También amplié mi círculo para conocer más empresarios. Si quería aprender más de cómo ser empresario debía llevarme con empresarios.
  6. Comience aun con miedo. Todo lo anterior fue preparación, pero al final de cuentas, si uno no se lanza a nadar, nunca va a aprender.  Hice lo que tenía que hacer con miedo y sin estar segura del siguiente paso. El miedo solo se vence enfrentándolo. Algo que nunca hemos hecho, solo se puede aprender haciéndolo.

Esta es una fotografía de un viaje de tres años. Espero les sirva para acortar el suyo. Estoy para servirles.

Agradecemos tus comentarios: ¿Hiciste algo más en tu transición de empleado a empresario?