“Imagina a tu cerebro formando nuevas conexiones a medida que afrontas el desafío y aprendes. Sigue adelante”. Carol Dweck

En el 2008 había dejado un empleo seguro y una carrera en ascenso para crear mi primera empresa.  Un año después había quebrado, y además de no tener empleo, me encontraba en la encrucijada de no saber qué hacer.

Lo más fácil era buscar un nuevo trabajo, incluso podía regresar a la misma empresa de donde había salido y en la cual había dejado una buena trayectoria. Pero esto implicaba dejar mi sueño de ser empresaria y conformarme con una vida cómoda y “segura”.

No me malinterpretes, este no es blog para convencerte de dejar tu empleo, o para decirte que es mejor ser empresario. Este es un blog acerca de las decisiones que tomas en la vida que te pueden llevar a ser quién naciste para ser o que te llevarán a la comodidad de algo “bueno”, aun sabiendo que renuncias a seguir creciendo y aportando más a otros.

Uno puede elegir ir hacia la seguridad o avanzar hacia el crecimiento. El crecimiento debe ser elegido una y otra vez; el miedo debe superarse una y otra vez.

Abraham Maslow

En el fondo sabemos que nacimos para brillar, y es por ello que siempre aspiramos al crecimiento. Lamentablemente a veces caemos en la trampa del miedo y preferimos dejar nuestra verdadera naturaleza de crecimiento para escoger la “seguridad”.

Así que esa mi encrucijada, el seguir creciendo en mi sueño o regresarme a la seguridad de un empleo. Entonces, una tarde del 2009 tomé la decisión de avanzar a mi crecimiento e intentar nuevamente ser empresaria. Pero supe que, si quería tener éxito, tenía que crecer y cambiar en mi forma de pensar.

Dicen que las batallas primero se ganan en la mente, y mi mente no estaba lista para ganar. A lo largo de los años había desarrollado una mentalidad que no me ayudaría a llegar a donde quería ir: evadía tomar riesgos, evitaba el fracaso, mi visión era corta y tenía muchos paradigmas limitantes.  Definitivamente no era la mentalidad de una empresaria de éxito.

Verás, somos el producto de nuestros pensamientos. El conjunto de tus creencias, patrones, ideas, concepciones y perspectivas de pensamientos forman tu mentalidad. Esta mentalidad es la que administra tu forma de entender la realidad, de analizarla, de decidir en base a lo que has percibido y actuar en consecuencia.

Tu mentalidad se formó a largo de los años, fundamentada en la influencia de las personas más cercanas a ti, tu crianza, tu formación, tus experiencias y de alguna forma en tu estilo natural de ser (tu herencia genética).

Si deseas tener éxito, tu mentalidad debe estar alineada a lo que buscas lograr. Esto aplica a cualquier meta o cambio que quieras para tu vida. Como coach he visto a muchas personas florecer luego de cambiar su mentalidad.

Ejemplos de cambio de mentalidad:

  • Empleados tímidos que se convierte en líderes influyentes.
  • Emprendedores que llevan sus empresas a otro nivel de resultados y éxitos.
  • Personas con muchas barreras mentales que se convierten en creativos que fomentan el crecimiento.
  • Profesionales estancados que pasan a un crecimiento exponencial.
  • Personas que pasaron de un tener empleo a convertirse en profesionales exitosos.

Todos podemos cambiar nuestra mentalidad. La neurociencia ha comprobado que tenemos la capacidad de seguir creciendo y desarrollando nuevos patrones de pensamiento, aun en edad adulta.

La Dra. Caroline Leaf dice: Nuestros cerebros pueden cambiar a medida que pensamos (neuroplasticidad) y desarrollar nuevas células cerebrales (neurogénesis). Usando el increíble poder en nuestras mentes, podemos persistir y crecer en respuesta a los desafíos de la vida.

Un error común es confundir tu mentalidad y tu capacidad intelectual. Recuerdo cuando mi amiga Xenia me dijo: Jessica, estoy estancada en mi empresa, ya he estudiado dos maestrías y no sé qué más hacer. ¿Me puedes ayudar? Xenia no sabía que la mentalidad y la capacidad intelectual son dos cosas diferentes y estaba buscando en un nuevo título algo que solo podía conseguir con un cambio en su mentalidad. Todo lo que haces se filtra a través de tu mentalidad. Así que ese aprendizaje nuevo solo te servirá si tienes una mentalidad de crecimiento que lo ponga en práctica.

Para mudarte a una nueva mentalidad, debes ser intencional en algunas acciones claves, que te comparto a continuación:

Acciones Clave para Cambiar de Mentalidad
  1. Toma consciencia: Analiza si tu mentalidad te está ayudando a crecer y lograr tus metas, o si está autosaboteando tus esfuerzos. Solo vas a poder cambiar cuando tengas la consciencia de que debes hacerlo.
  2. Decide cambiar: Una vez que has identificado que necesitas cambiar, toma una decisión firme y decidida de hacerlo. En el momento en que lo haces, tu mente comienza a buscar los recursos y medios que te llevarán a esta nueva realidad que quieres crear.
  3. Rodéate de personas con la mentalidad que buscas: Si deseas cambiar debes exponerte a un nuevo ambiente que viva esta mentalidad. Esto no va a ser fácil, pues nos gusta más la seguridad de lo conocido. Exponerte a un nuevo ambiente donde las personas vivan la mentalidad que quieres vivir te ayudará a entender a dónde quieres llegar y te motivará a moverte en esa dirección.
  4. Busca un compañero de crecimiento: No es fácil vernos objetivamente, por eso tener alguien que te apoye en este proceso te ayudará a ver las áreas donde necesitas cambiar. Esta persona puede ser un mentor, un coach o un amigo que esté viviendo este proceso de cambio contigo.
  5. Amplia tu visión: Entra a un ambiente de crecimiento que te desafié. Haz cosas nuevas, estudia nuevas cosas, viaja. Ampliar tu visión te ayudará a reconocer que hay muchas formas de ser y de pensar.  
  6. Desafíate: Parte de cambiar tu mentalidad es aprender a desafiarte a ti mismo y ampliar tus paradigmas. Un coach o un mentor te ayudará a ver dónde te estás limitando y te hará preguntas profundas que te ayuden a descubrir estos espacios en los que necesitas ampliar tu mentalidad.  

Estos son algunos de los pasos que yo he dado para cambiar mi mentalidad. No ha sido un proceso fácil, pero definitivamente ya no soy la misma persona que era antes.

Se que tu también puedes crecer y cambiar tu mentalidad para alinearla a las metas que quieres lograr. Es un proceso que te invito a que hagamos juntos, y sabes, vale la pena porque tu Naciste para Brillar.

Desafía tus pensamientos

Una de las primeras cosas que aprendí en mi proceso de crecimiento fue a cuidar mi lenguaje. Tenía la tendencia a ser negativa y limitante en la forma en que hablaba. Con el tiempo tomé consciencia de mi lenguaje y aprendí a ser más positiva. Te invito a que te tomes el tiempo de tomar consciencia de si tu lenguaje te está acercando o alenjando de tus metas.

Autocoaching

  1. Observa tu lenguaje por una semana y anota la forma en que te expresas.
    • Observa expresiones negativas tales como:
      • Eso no se puede.
      • No es posible. Nunca se hace así.
      • No puedo hacerlo. ¡imposible!
    • Quejas, negatividad, obstáculos.
    • Enfoque en lo que no se quiere lograr en lugar de en lo que se quiere lograr.
  2. Pide a tu compañero de crecimiento que te ayude a detectar un lenguaje limitante.
  3. En base a lo observado determina:
    • ¿Tu lenguaje denota una mentalidad de crecimiento?
    • ¿Qué puedes cambiar inmediatamente en tu lenguaje para enfocarte al crecimiento?
    • ¿Qué expresiones debes dejar de usar?
    • ¿Qué expresiones puede agregar a tu vocabulario de crecimiento?

Tu coach

Ing. Jessica Calderón, MBA

Coach y Conferencista