El 25 de enero de 1955 Julio Lozano Díaz, entonces presidente de Honduras, firma el decreto que permite a la mujer ejercer el derecho al voto, lo que abre una puerta que antes era exclusiva para hombres. Es por ello que el 25 de enero de cada año celebramos el día de la mujer hondureña.
Retos del liderazgo femenino
El tema de igualdad de oportunidades para mujeres causa controversia entre hombres y mujeres por igual. Aunque se podría pensar que en los últimos años ha habido muchos avances en este tema, la realidad muestra que aún hay mucho por hacer para abrir oportunidades y dar mejores condiciones de desarrollo a las mujeres.
Un punto clave de de esta lucha es que a las mujeres se nos reconozca lo que nos hemos ganado con trabajo y dedicación, y que no se nos cierren las puertas por el hecho de ser mujeres. Lamentablemente la discriminación de la mujer sigue latente en todos los aspectos de la sociedad.
Cuando digo que nacimos para brillar es porque estoy convencida de que los seres humanos nacemos con un propósito y con talentos especiales que nos ayudarán a cumplirlo. Este propósito siempre está ligado a servir a los demás. Brillamos cuando ponemos a trabajar estos talentos en bien de los demás.
No se cuál sea tu talento, pero como ser humano tienes el derecho de aportar a la sociedad desde tus mejores cualidades, habilidades y capacidades, independientemente de tu quién eres.
En mi caso, el talento que se me dio fue el de hablar y el de liderar. Aunque he recibido muchas oportunidades, también he sido discriminada en más de una ocasión en ambas áreas por ser mujer.
Le han dado mi puesto a hombres que no tenían las calificaciones que yo tenía, me han impedido dar conferencias en espacios que son “únicamente para hombres”, he sido calificada como “débil”, porque muestro mis emociones. También he sido calificada como “pesada” cuando hago observaciones que otros hombres pueden hacer sin ningún problema. He sufrido prejuicio por parte de “líderes” que se sentían amenazados por mi liderazgo, entre otras cosas.
Recuerdo una junta en la que se decidiría uno de los cargos de liderazgo y mi amigo y yo estábamos igualmente calificados. A pesar de que mi nombre se propuso, la junta ni siquiera lo escuchó y por votación eligieron a mi amigo.
¿Qué hacer en estos casos? En ese momento, aunque estaba muy molesta, tuve que explorar mi corazón y entender la razón real de lo que estaba pasando y así decidir qué hacer. Me di cuenta de que este no era un tema de orgullo ni de ego. Ni siquiera era un tema de mi persona.
Era el tema de una junta integrada mayormente por hombres que no tenían en su radar que una mujer tuviera la capacidad y las calificaciones para liderar en esta organización. Y que no solo me estaban cerrando a mi la puerta, sino a todas las mujeres que pudieran ayudar a esta organización a crecer, pero que no lo harían porque no serían tomadas en cuenta.
Ese día platiqué con mi amigo y le expliqué lo que había sucedido. Mi amigo actuó como un líder, se disculpó y luego habló con los otros líderes; ellos comprendieron el error que habían cometido y en una nueva votación me incluyeron como líder. Con integridad puedo decir que acepté, no por orgullo personal, sino para que otras mujeres tengan la misma oportunidad en esa organización.
Estamos acá porque otras mujeres decidieron liderar
Parte del propósito del Día de la Mujer es recordar a todas las mujeres valientes que se atrevieron a dar el paso para vivir de acuerdo con su propósito, aunque esto implicara romper barreras. Hoy hay mujeres en las artes, las ciencias, las leyes, las ingenierías, en la salud y prácticamente en todo campo, porque en algún momento una dama enfrentó paradigmas sociales y abrió una nueva oportunidad para nuevas generaciones de mujeres.
Ser líder no es fácil, y ser mujer líder es aún más difícil. El llamado a liderar es comprender que tenemos la responsabilidad de abrir nuevos caminos para aquellas personas a las que lideramos.
Ser líder es aceptar el desafío de brillar para que otros brillen.
Por eso cuando una mujer triunfa, todas debemos celebrarla. Y cuando una mujer está en el camino a buscar sus sueños, todas debemos apoyarla. Y cuando una mujer fracasa en su intento, todas debemos apoyarla para que se levante. Porque cuando una mujer tiene éxito, le abre puertas de oportunidad a infinitas generaciones que vienen tras ella.
Acepta tu llamado a liderar
El Día de la Mujer también debe servir para recordarnos a nosotras las mujeres que debemos aceptar nuestra responsabilidad personal de liderar. Si tenemos en nuestro corazón el llamado de hacer una diferencia en la vida de los demás, es que nacimos para liderar y debemos hacerlo.
Y el liderazgo comienza contigo. Ya he mencionado que ser una mujer líder no es fácil, vas a enfrentar prejuicio tanto de hombres como de mujeres. Vas a saltar obstáculos que para otros no existen. Vas a tener que levantarte después del fracaso, aunque sientas que ya no tienes fuerzas. En ese momento recuerda que siempre valdrá la pena ser una mujer líder, porque tú naciste para brillar y cuando brillas le abres la puerta a miles para que ellos también puedan hacerlo.
Mi querida amiga, recuerda que Tú Naciste para Brillar, y puedes hacerlo, cuando aceptas el desafío de ser la líder que naciste para ser.
¡Feliz día de la mujer hondureña!
Autocoaching
Hoy te quiero compartir 5 consejos que me ayudan a liderar:
- Siempre recuerda tu propósito. La razón de porqué hacemos lo que hacemos es lo que nos da el combustible para seguir. Un fuerte propósito será la base de un liderazgo que perdure. En mi caso mi porqué esta ligado a saber que tengo un llamado que cumplir que me fue asignado por mi creador. Mi llamado es elevar a líderes para que puedan brillar.
- Busca mentoras. Fui bendecida con grandes ejemplos de liderazgo femenino, como mi abuela, mi mamá, mis tías, mi suegra, mis maestras y las líderes empresariales en la primera empresa que trabajé. La mayoría de las mujeres no tienen este ejemplo y, por ende, no saben cómo liderar desde la perspectiva de una mujer. Hace años tuve la bendición de ser mentorada por una gran líder, Reina Irene Mejía, ahora Vicepresidenta del BID. Esta mentoría me ayudó a comprender los retos de una mujer líder y me ayudó a crecer en autoconfianza. Busca una mentora que te apoye en tu crecimiento como mujer líder.
- Crece en autoconocimiento y autoconfianza. La seguridad propia será tu fundamento en los momentos difíciles. La seguridad comienza con conocerte, aceptarte, respetarte y quererte. Si es necesario, busca ayuda para crecer en esta área.
- Decide brillar. Brillar es poner tu talento y tus capacidades a trabajar con toda la excelencia que puedes en este momento. Brillar es decidir no quedarse de lado para dejar que otros brillen. Brillar es negociar a ganar-ganar, ganan ellos, pero también ganas tú. Brillar es expresar tu voz. Brillar es ser tú.
- A pesar de todo, vuelve a levantarte. Es seguro que habrá obstáculos y fracasos en el camino de todo líder que decide hacer algo importante. Lo que diferencia a los grandes líderes es lo que hacen después de enfrentar un fracaso, pues los verdaderos líderes se levantan, se sacuden y siguen adelante. No importa lo que haya pasado, ese fracaso o ese error no te definen. Tú defines quién eres, con tus acciones de hoy. Mientras hay vida, hay una segunda oportunidad.
Tu coach,
Ayudando a Lideres a Brillar