Nadie más es tú, y ese es tu poder.

Marcus Buckingham

El trabajo y la satisfacción personal

En ocasión de la celebración del día internacional del trabajador, aprovecho para hacerte una pregunta: ¿Qué tanta satisfacción te trae tu trabajo?

Sabías que una clave de éxito comprobada es el nivel de satisfacción que sientes por lo que haces. Si te gusta tu trabajo y lo disfrutas, tendrás más éxito laboral y personal. Esto tiene que ver con tu actitud, pero también con el hecho de que la mente está diseñada para funcionar mejor en ambientes de seguridad y crecimiento.

Cuando amas tu trabajo eres más creativo, tienes una mentalidad orientada a soluciones, enfrentas los problemas de una mejor forma y eres más resiliente. Todo esto conduce a mejores resultados y un incremento en la productividad.

Así mismo, un empleado que disfruta su trabajo padece de menos enfermedades derivadas del estrés y la ansiedad. Del trabajo no solo se desprende el bienestar emocional y la salud, sino también el bienestar financiero, que contribuye a nuestro crecimiento integral.

Lamentablemente, la realidad es que el porcentaje de personas que realmente ama su trabajo a nivel mundial es apenas el 15 % según Gallup. Un 60% aproximadamente no está comprometida con su trabajo y el resto, un 25% está activamente en contra de su trabajo.

Cuando tenía 33 años tomé una decisión que cambió el curso de mi vida, dejé un empleo bueno, un salario estable y una carrera que había construido por más de 10 años. Me gustaba mi trabajo, pero sentía que debía haber “algo más”. Pienso que pertenecía a este 60% de personas que simplemente “tienen” un empleo.

En aquel entonces, además de ser empleada administrativa, era maestra universitaria. Por mi formación, impartía clases de ingeniería industrial. En el año 2000 mi jefe me asignó  una nueva asignatura que se llamaba Innovación Industrial. Allí comencé a impartir temas relacionados a la creatividad y empecé a conectar con mi verdadera pasión, ayudar a las personas a ver su talento y a desarrollarlo. 

Amaba dar clases, pero no todas, solo algunas. Y cuando impartía una clase que me gustaba, podía sentir que caminaba en las nubes. Esas eran las excepciones en mi vida laboral. El resto del tiempo me lo llevaba en labores administrativas.

Entonces me di cuenta de que en mi empleo no iba a poder enfocarme en ese deseo de ayudar a las personas a crecer, ni iba a poder dedicarme más tiempo a la oratoria con la libertad que yo quería. Entonces renuncié para poner una empresa en la que pudiera dedicarme a hacer algo que amaba y tenía sentido para mí.

Te puedo asegurar que ha sido un camino cuesta arriba, y sé que soy bendecida de tener un trabajo que amo, que me emociona y en el que puedo crecer como profesional y como persona.

Pero hacer el cambio no fue nada fácil, porque cuando renuncié no tenía idea de lo que buscaba y cometí muchos errores.  La mayoría de ellos por tres: razones falta de autoconocimiento, una mentalidad equivocada y falta de valor.

  • No estaba clara en lo que quería, en quién era la verdadera Jessica y cómo contribuía mejor a la sociedad. Por eso no podía definir con claridad ese “trabajo” donde podría ser útil y plena.
  • Tenía algunas ideas románticas arraigadas acerca de ese trabajo ideal. Mi mentalidad no me estaba dejando crecer. 
  • En muchas ocasiones me conformé con seguir las ideas de otros, porque requería demasiado valor tomar mis propias decisiones, y quedarme sola. Preferí encajar, que ser yo misma.

Marcus Buckingham, el padre de las fortalezas personales, en su nuevo Libro Amor + Trabajo, dice que la contribución de una persona es tan singular como lo es la persona. La responsabilidad personal es encontrar eso que amamos, eso que nos hace únicos, y luego encontrar cómo contribuimos a la sociedad a través de nuestros talentos.

¿Qué busca una persona en su trabajo?

Más allá de un sueldo y de estabilidad, las personas buscan significado, aprecio, crecimiento.

Según Gallup, los cinco indicadores que pueden llevarte a tener una mayor satisfacción laboral son:

  1. Tener un sentido de propósito
  2. Tener un enfoque en las fortalezas. 
  3. Acceder a oportunidades de desarrollo
  4. Estar bajo una administración que cuide de su gente
  5. Disponer de espacios de comunicación continua

De estos cinco elementos, los dos primeros están ligados directamente al autoconocimiento y son la base para todo lo demás.

Basados en esta información puedes comenzar por comprender que tu papel en encontrar este “trabajo ideal” es activo, no pasivo. Es tu vida, y tú  eres el responsable de ella. Y esta búsqueda comienza con tu autoconocimiento.

Hacerte preguntas claves te ayudará a enfocar tu búsqueda a empresas que ya se dedican a lo que amas o a crear tu propia empresa.

A continuación, te comparto tres preguntas claves que al contestarlas te ayudarán a encontrar ese trabajo ideal para ti.

Tres preguntas para encontrar tu trabajo ideal

  1. ¿Qué me llena de vida? Esta pregunta tiene que ver con tu propósito. Si te gusta ayudar a los niños a crecer, seguramente querrás un trabajo que te brinde esta oportunidad. Así quizás descubras que te apasiona la salud, la educación, el arte, etc. La pasión es una gran pista que te conduce a reconocer el propósito de tu vida.
  2. ¿Quién es mi tribu? No solo importa tu propósito, sino también a quién quieres ayudar, quién es la gente que mueve tu corazón. Por ejemplo, aunque te gusten los niños quizá te sientes más lleno de vida cuando trabajas con niños de preescolar, mientras que a otra persona le puede gustar trabajar en niños que tienen necesidades especiales de aprendizaje.
  3. ¿Cuáles son mis fortalezas? Tu propósito y tu tribu son una parte de la ecuación, la tercera parte son tus fortalezas, estás actividades que desarrollas a un nivel superior y que te llenan de satisfacción cuándo las realizas. Tus fortalezas te fueron dadas para que las emplees ayudando a otros y cuando ayudar a otros cumples tu propósito.

En mi caso, yo resumo mi propósito como “Ayudar a profesionales a Brillar”. Mi pasión es ayudar a las personas a descubrir sus talentos, a potenciarlos y a entrar en acción para hacer cambios positivos en su vida. Me gusta trabajar en ambientes corporativos y generalmente con personas en posiciones de liderazgo. Y mis fortalezas son mi capacidad de comunicación y mi habilidad de conexión para inspirar a la acción.

En base a esta información fundé mi empresa de desarrollo personal, donde tengo la oportunidad de crear recursos, impartir conferencias y guiar programas que ayuden a líderes y profesionales a brillar.   

La mejor inversión que puedes hacer en tu crecimiento es dedicar el tiempo que necesites a conocerte y a potenciar esta fantástica persona que eres. De esta forma podrás tomar decisiones que te lleven a un desarrollo pleno y mayor satisfacción laboral y personal.

Y vale la pena, porque tu ¡Naciste para Brillar!

Autocoaching

¡Es tu turno! Comienza tu viaje de autoconocimiento con estas tres preguntas:

  1. ¿Qué me llena de vida?
  2. ¿Cuál es mi tribu?
  3. ¿Cuáles son mis fortalezas?

Toma un tiempo de calma y medita en la respuesta a estas preguntas. Trata de ser lo más auténtico que puedas.

Tu coach

Ayudándote a Brillar