La positividad no solo cambia el contenido de tu mente… amplía tu abanico de posibilidades.
Barbara Fredrickson
Sabías que el cerebro tiene una tendencia a la negatividad. Haz memoria y te darás cuenta de que aun guardas recuerdos de experiencias negativas, aun algunas irrelevantes, como un comentario que te hizo tu padre o un maestro cuando eras niño, o alguna vergüenza que pasaste frente a tus compañeros de la escuela.
Este sesgo negativo tiene una razón de ser. Tu cerebro tiene la función principal de proteger tu seguridad, por lo que poner especial atención a lo negativo hace que tu cerebro esté preparado para reaccionar a algún peligro inminente. De hecho, los científicos han encontrado que, al mostrar imágenes positivas, negativas o neutrales, el cerebro responderá con mayor actividad neuronal las imágenes negativas.
Lamentablemente vivimos en un mundo saturado de negatividad, como noticieros de 24 horas plagados de malas noticias, redes sociales llenas de críticas y noticias alarmantes, novelas y series que explotan las emociones negativas, incluso la mercadotecnia puede usar el miedo y la escasez para provocar más compras.
Efecto de la negatividad en tu liderazgo
Este sesgo negativo natural para el cerebro, sumado al mundo negativo en que vivimos puede estar afectando tu vida personal y profesional sin que te des cuenta. Puede ser que hayas permitido que la negatividad se convierta en un hábito que te lleve a:
- Rumiar constantemente en lo negativo.
- Dejarte vencer por los problemas.
- Afectar tus relaciones personales y profesionales.
- Impactar tus decisiones.
- Enfermarte física y mentalmente.
- Dejar de disfrutar la vida.
Como líder, es especialmente importante que tomes consciencia de tu enfoque. Hace unos años trabajé junto a un “líder” que tenía una tremenda tendencia a la negatividad. Él pensaba que era muy realista, pero la verdad es que criticaba todo, esperaba siempre lo peor y disminuía el esfuerzo de las personas con sus comentarios. Al poco tiempo de trabajar con él, el equipo entero estaba desmotivado. Un año y medio después renunció de su cargo.
Pero ¿sabías que puedes contrarrestar este sesgo negativo con un poco de entrenamiento mental? Tu cerebro es neuroplástico, por lo que puedes cambiar, aun si has tenido una tendencia negativa por muchos años, y al hacerlo, tu vida entera se transformará.
Te cuento que yo tengo una tendencia natural al optimismo, sin embargo, hace poco tomé consciencia de qué problemas laborales, algunas situaciones personales y el estrés de liderar una empresa, me llevaron a adoptar algunos malos hábitos mentales, como la preocupación excesiva o el esperar a que algo saliera mal. Entonces me di cuenta de que debía cambiar, y comencé a ser intencional en entrenar mi mente para ser más positiva. Tú también puedes hacerlo y esto te llevará a estar más feliz, más saludable y a enfrentar mejor los problemas. Por eso hoy te quiero compartir algunas estrategias que sé que te van a ayudar a entrenar tu mente para ser más positivo.
Cinco estrategias para entrenar tu mente hacia lo positivo:
- Toma consciencia y desafía la negatividad: El primer paso es el más importante, porque que no puedes cambiar algo que no sabes que debes cambiar. Hazte un autoexamen: ¿Te estás hundiendo en lo negativo? ¿Te has especializado en encontrar el punto negro en la pared blanca? ¿Tus compañeros se quejan de tu negatividad? ¿Te cuesta disfrutar de las cosas porque siempre encuentras un lado malo? ¿Te encuentras dando una y mil vueltas al mismo problema? Si has encontrado que la negatividad está tomando el control de tu vida, es hora de actuar y desafiar lo negativo.
- Cuida tu entorno: Toma consciencia de lo que dejas entrar a tu vida, incluyendo información, relaciones y entretenimiento. Aunque no lo creas, aun esas películas estresantes impactan tu percepción. Pon un alto a permitir que la negatividad entre a tu vida, deja de ver las noticias todo el día, pon sana distancia de las personas negativas que te rodean, ten cuidado en escoger tu entretenimiento.
- Aprende a reformular las experiencias: Sabías que aprender a reformular tus experiencias tendrá un gran impacto en cómo administras tu mente. Por ejemplo, si presentas un informe a tu jefe, y te felicita por todo menos un punto, tu tendencia a la negatividad hará que te fijes más en ese punto que en todo lo demás. Pero, si aprendes a reformular las experiencias, te puedes sentir mucho mejor. Por ejemplo, puedes pensar algo como: ¡Wow! Que bien me fue en este proyecto, era tan difícil y mi jefe lo noto y me felicito. ¡Y corregir ese punto ayudará a que quede perfecto! ¡Esto es algo que voy a celebrar!
- Aumenta las emociones positivas: Sé intencional en aumentar las emociones positivas. Según los estudios, se requieren cinco acciones positivas para contrarrestar un solo efecto negativo. Algunas emociones positivas incluyen visitar a un amigo, ir a caminar, escuchar tu música favorita, leer un libro.
- Saborea las experiencias positivas: No solo debes aumentar las emociones positivas, sino que debes aprender a saborearlas. En el mundo apresurado en que vivimos, podemos estar almorzando con una persona especial, al mismo tiempo que tenemos dos celulares en la mesa y estamos continuamente interrumpiendo la conversación para responder mensajes. El mindfulness trata de aprender a enfocarse en el acá y en el ahora, y eso hace que tu cerebro descanse y se relaje. Además, provoca que pueda disfrutar más el momento y extender la emoción positiva por más tiempo.
Puedes transformar tu vida con unas sencillas acciones intencionales. Al hacerlo, no solo serás más feliz, más sano y efectivo como líder, sino que tu gente se sentirá mucho mejor de trabajar a tu lado.
Y vale la pena, porque tú naciste para brillar, y brillas cuando te entrenas para ser positivo.
Autocoaching:
- Toma un tiempo de ti día y analiza qué tanto has permitido a la negatividad entrar a tu vida.
- Busca un grupo de personas cercanas y de confianza y pídeles que te den su perspectiva en cuanto a tu actitud actual.
- Con esta información comienza a trabajar en un plan práctico para llenar de positividad tu vida.
Tu coach
Jessica Calderón