¿Te has fijado que hay personas que parece que siempre les va bien y a otras que, por alguna razón, parece que siempre les va mal?
Hay una frase que me gusta mucho que dice: Donde va tu enfoque van tus resultados. Y es que así es, nuestros pensamientos definen nuestros resultados. Hay personas que han enfocado sus pensamientos en forma correcta y están logrando lo que se proponen.
Por otro lado, hay personas que en forma accidental han activado un “Mecanismo automático de fracaso” y sus pensamientos los están llevando a fracasar continuamente.
El conjunto de nuestros pensamientos habituales crea nuestra “mentalidad”. La mentalidad se va formando a través del tiempo por causa de la influencia de nuestro entorno, las experiencias, lo que escuchamos y con quienes nos relacionamos.
Esta mentalidad eventualmente se convierte en un piloto automático que está generando tus resultados. La mayoría de las personas no son intencionales en formar una mentalidad que los lleve en forma automática a lograr sus metas. Peor aún, la mayoría de las personas no sabe que su mentalidad actual está enfocada a lo que no quieren lograr y los puede estar llevando al fracaso.
La buena noticia es que sí puedes cambiar tu mentalidad y el primer paso para hacerlo es detectar qué tipo de mentalidad estás teniendo.
A continuación, te comparto una corta autoevaluación para que determines cómo está siendo tu mentalidad en este momento. Para cada una de ellas contesta verdadero y falso. Entre más verdaderos, mejor está siendo tu mentalidad. Identifica aquellas áreas en las que debes comenzar a trabajar para mejorar tu enfoque y mentalidad.
Tu Coach