Puedes optar por volver a la seguridad o avanzar hacia el crecimiento. El crecimiento debe ser elegido una y otra vez; el miedo debe ser vencido una y otra vez.

Abraham Maslow

Te has hecho algunas de estas preguntas:

  1. ¿Por qué aun siendo una persona responsable a veces procrastino en cosas muy importantes?
  2. ¿Por qué, aunque sabiendo lo que quiero lograr, no trabajo en ello?
  3. ¿Por qué he dejado pasar grandes oportunidades porque pensé que no era capaz?

Si te has hecho algunas de estas preguntas, quiero contarte que eres una persona completamente normal. Como seres humanos nos cuesta salir de la zona de comodidad y preferimos siempre lo seguro al riesgo, aunque haya una recompensa al otro lado.

Dado que estamos viviendo en la era de la autoayuda y el desarrollo personal, donde todo es crecer y salir de la zona de comodidad para alcanzar las metas, es fácil olvidarse de cómo funciona realmente nuestro cerebro y el impacto que tiene en los resultados.

Existe lo que se llama “positividad tóxica” que es lo que sucede cuando te rodeas de todo este positivismo sin fundamento que más bien te hace sentir como que eres un fracasado. El problema es que la falta de comprensión hace que trabajes en tu contra, en lugar de ser tu mejor aliado para el éxito.

El papel del cerebro en tu éxito

Si sabes cómo funciona tu cerebro tendrás una comprensión clara de qué te pasa cuando enfrentas retos y oportunidades y sabrás como moverte a estas oportunidades de una mejor forma.

El cerebro tiene una función muy importante, y es la de mantenerte a salvo. Para lograrlo, tu cerebro hace dos cosas: Ahorra energía y te mantiene seguro en lo conocido.

  1. Ahorro de energía: El cerebro gasta un 25% de toda la energía que requiere el cuerpo para funcionar. Ahorrar energía es muy importante para tu sobrevivencia, por eso tu cerebro crea hábitos que te hacen eficiente y que, por ser rutinas aprendidas, le requieren a tu cerebro el uso mínimo de energía. Cambiar de hábitos requiere un esfuerzo muy grande, por lo que tu cerebro siempre va a preferir los viejos hábitos, aunque no te ayuden a llegar a tus metas.
  2. Seguridad: Tu cerebro siempre va a evitar el riesgo y lo desconocido, pues puede implicar peligro. Para saber si algo es seguro o no, tu cerebro recurre al almacén de experiencias que ha guardado en tu mente y que constituyen tu “programación”. Si se te presenta una propuesta, por ejemplo, invertir tus ahorros en una empresa, tu mente comparará esta propuesta a experiencias anteriores (tuyas o ajenas) y determinará si es seguro o no correr el riesgo. Si tus experiencias no han sido buenas, vas a rechazar la propuesta, independientemente de que sea buena o no.

Como líder te encontrarás con oportunidades excelentes que requieran que te expongas a lo desconocido para aprovecharlas. Aunque racionalmente sean buenas oportunidades, si tu mente detecta un peligro, comenzará a activar “estrategias” que te eviten entrar en ese peligro. Esas estrategias pueden incluir la procrastinación, rechazar las oportunidades o incluso autosabotearte.

Como puedes ver, aunque tu cerebro y tu mente están tratando de protegerte, te están impidiendo crecer y avanzar a tus metas. En realidad, para tu mente es mejor que estés seguro, aunque no seas exitoso, porque el éxito representa riesgo y el riesgo representa peligro. 

¿Qué puedes hacer para convencer a tu mente de que te ayude a tener éxito? Lo que debes hacer es reprogramar a tu mente para que sea tu mejor aliada en lo que quieres lograr. Debes aprender a usar tu mente a tu favor, no en tu contra. Para ello te comparto cuatro estrategias clave que te ayudarán a convencer a tu mente de ayudarte a lograr lo que quieres.

Cuatro estrategias claves para convencer a tu mente de ser tu mejor aliada

  1. Claridad: Tener claridad de tu visión y tus metas te ayudará a enfocarte en lo que quieres. Pero debes estar enamorado de lo que quieres lograr y tener una razón lo suficientemente poderosa para querer lograrlo. La claridad de visión y un por qué fuerte te ayudarán a moverte fuera de la zona de seguridad en la que tu mente quiere que te mantengas.
  2. Visualización: Ayuda a tu mente a comprender a dónde quieres ir, y haz más familiar este lugar, usando la visualización. Tu mente no distingue la realidad de la ficción, así que el ver imágenes y usar tu imaginación para verte logrando la meta, le ayudará a tu mente a sentirse más segura y a querer avanzar en esa dirección.
  3. Emoción: Apoya la visualización con emoción. Tu mente es primero emocional y luego lógica. Imagínate logrando tu meta, pero añade a tu imaginación emociones positivas. Entre más emociones positivas añadas, tu mente se sentirá cada vez más lista y preparada para querer lograr esta meta.
  4. Comprensión: Entender lo que está pasando en tu mente te ayudará a no autosabotearte. El tener miedo a lo desconocido, procrastinar y abandonar son reacciones naturales de protección de la mente, pero si a esto le añades auto juicio, desmotivación y autocrítica será mucho más difícil avanzar.

Como puedes ver, la mente y el cerebro son maravillosos, y así como pueden ayudarte, pueden estancarte. Afortunadamente, vivimos en un momento donde hay mucha más comprensión de cómo funciona la mente y el cerebro.

Ahora puedes usar toda esta información para ayudarte a brillar en tu vida, en tu carrera y en tu liderazgo. Y vale la pena, porque Naciste para Brillar y ya tienes en ti mismo todo lo que necesitas para hacerlo.

Autocoaching

  1. Toma un tiempo para escribir algunas de las metas que has estado posponiendo.
  2. Analiza cómo te sientes al respecto de estas metas.
  3. En base a las estrategias para entrenar tu mente, determina qué puedes hacer para avanzar en el logro de tus metas.

Tu coach

Ayudando a Líderes a Brillar