Es aceptado por un gran número de personas que entre más inteligentes somos, mayores probabilidades de éxito tendremos en la vida. Y por el contrario, una persona poco “inteligente” tiene pocas probabilidades de ser exitosa.
Pero, ¿Qué es lo que llamamos inteligencia? ¿Cómo sabe usted si es inteligente? Y lo principal, ¿Qué relación tiene la inteligencia y el éxito?
Lamentablemente, se ha malinterpretado el concepto de inteligencia, lo que ha ocasionado que muchas personas se consideren poco inteligentes, cuando en realidad son brillantes.
Por la forma en que están estructurados los sistemas educativos, lo que conocemos como inteligencia se ha restringido a las áreas lógico-matemáticas y lingüísticas, cuando en realidad abarca muchas otras áreas; así si alguien es bueno en matemática y español lo consideramos muy inteligente, y si por el contrario, no es bueno en estas áreas, lo consideramos poco inteligente. Es por esto que muchos han sido etiquetadas como “poco inteligentes”, simplemente porque sus áreas de fortalezas naturales no están relacionadas con las que el sistema educativo tradicional enfatiza.
Así mismo, se ha considerado que si se es académicamente inteligente, las puertas del éxito están aseguradas. Hemos caído en el engaño de creer que la inteligencia es el requisito principal para el éxito.
La realidad muestra personas académicamente destacadas con severos problemas para adaptarse al mercado laboral, así mismo, personas que fueron un “desastre académico”, terminan siendo grandes empresarios o ejecutivos destacados.
Casos como estos han llevado a los científicos e investigadores a estudiar un poco más los factores para el éxito, encontrado algunas verdades reveladoras:
- La universidad Carnegie Mellon, a través del Instituto Carnegie de Tecnología investigó que el 85% del éxito financiero de una persona está relacionado con habilidades ligadas a lo que se llama “Ingeniería Humana”, es decir, la personalidad, habilidad de comunicación, negociación y liderazgo. Lo increíble es que este mismo estudio indicó que sólo el 15% del éxito se debía al conocimiento técnico.
- Otros estudios han indicado que en las economías modernas, la relación entre el cociente intelectual y el éxito de una persona en su trabajo, en solamente un 1% al 20%. En promedio el cociente intelectual de una persona es responsable del 6% de su despeño laboral.
- El psicólogo Richard K Wagner, luego de un estudio concluyó que entre el 91% y 96% del desempeño laboral y el éxito de la vida se deben a factores ajenos al cociente intelectual.
La implicación es obvia: La inteligencia no es el único factor que determinará éxito ni el que tiene más peso. Tampoco es una medida representativa de su potencial.
Se ha encontrado que los factores más determinantes para su éxito son los relacionados a la inteligencia emocional, que es la capacidad de comprender los sentimientos propios y los de los demás, es la capacidad de adaptarse a la sociedad, auto motivarse y establecer relaciones interpersonales adecuadas, etc. Y lo mejor de todo es que la inteligencia emocional crece con el tiempo, en la medida que nosotros mismos decidamos crecer como personas.
Esto nos conduce a dos conclusiones:
- Si eres una persona académicamente brillante, no te olvides de desarrollar tu inteligencia emocional.
- Si no has sido destacado en tus estudios, y hasta te han calificado de “poco inteligente” hoy es el momento en que dejes atrás ese engaño, tienes un gran potencial y grandes habilidades que con decisión y disciplina, te pueden llevar a ser un gran éxito.