Ser empleado tiene algunas ventajas, ser empresario tiene otras. Ambas opciones tienen puntos negativos a considerar. Algunos juran que ser empleado es mucho más seguro, mientras otros dan su palabra de honor de que ser empresario es lo mejor del mundo.

Pero debo confesar algo, esa no es la pregunta correcta. Ser empleado o ser empresario no es una opción que se escoge como que eligiera el menú en un bufete de comida china.

La decisión entre ser empleado o empresario está íntimamente relacionada con quién es usted, sus habilidad, sus intereses y principalmente, a su propósito de vida. En este sentido la pregunta correcta es: ¿Empleado o empresario, qué es lo mejor para mí?

Y note que esta pregunta nos conduce a  algunas interrogantes de autoanálisis que debe ser capaz de contestar en forma adecuada antes de decidirse por una u otra opción:

  1. ¿Qué es lo que quiero lograr en mi vida?
  2. ¿Cómo quiero vivir mi vida?
  3. ¿Cuáles son mis habilidades?
  4. ¿Cuáles son mis debilidades?
  5. ¿Qué es lo que verdaderamente me apasiona?
  6. ¿De qué forma quiero ganarme la vida?

En mi caso particular comencé mi carrera como empleada, pero en el fondo siempre supe que quería ser empresaria. Debo confesar que una vez que probé la vida de empleada, me costó muchísimo tomar la decisión de dejarla.

Es fácil acomodarse como empleado y cada vez cuesta más vencer las barreras que nos imponemos: El renunciar a un sueldo, el enfrentar el miedo a lo desconocido, el miedo al fracaso, el perder los ahorros de una vida, la posibilidad de hacer el ridículo.

Con humildad puedo decir que fui una excelente empleada, siempre logrando las metas y haciendo que las áreas de trabajo a mi cargo fueran exitosas.

Es evidente que las habilidades para ser una empleada exitosa no son las mismas que para ser empresaria exitosa, porque  mi primera experiencia como empresaria fue un desastre rotundo. Cometí todos los errores que se pueden cometer, hice el más grande ridículo, perdí todos mis ahorros y enfrenté por primera vez en mi vida el fracaso rotundo.

Pero probé la libertad de crear y de servir a otros con pasión. Y supe que en realidad mi vida era la de una empresaria y decidí comenzar a luchar nuevamente por mi sueño. Esta vez con mucha más madurez y sin nada de dinero. Y entonces volví a comenzar… y 4 años después de mi descalabro empresarial, acá estoy, siendo una feliz empresaria, luchando cada día por aprender y crecer.

Me tomo mucho esfuerzo, meditación, dinero, trabajo y lágrimas poder contestar las seis preguntas de autoanálisis que coloque al principio de este artículo.

Suelo decirle a mis alumnos: No tiene nada de malo ser empleado, no tiene nada de malo ser empresario. Lo malo es ser una cosa queriendo ser otra. Jessica Calderon Tweetealo! 🙂

No tiene nada de malo ser empleado, no tiene nada de malo ser empresario. Lo malo es ser una cosa queriendo ser otra. Jessica Calderon

Si en este momento estás en un debate entre ser empleado o empresario, te recomiendo que comiences por un autoanálisis profundo. La respuesta está en el fondo de tu corazón. La decisión de escucharla es completamente tuya.

Aprecio tus comentarios: ¿Qué crees que es mejor, ser empleado o empresario?