Si quieres pequeños cambios en tu vida, trabaja en tu actitud. Pero si quieres grandes cambios, trabaja en tus paradigmas.

Steven Covey.

Me gustaría hacerte una de mis preguntas favoritas como coach: Si tuvieras una varita mágica, ¿Qué forma le darías a tu carrera profesional ideal?

Tu empleo o tu empresa son una parte vital de tu desarrollo integral como persona, de allí la importancia de crear una forma de ganarte la vida que te llene y te ayude a sacar tus mejores aportes a la sociedad.

Sin embargo, para muchas personas, esta pregunta puede ser limitante, pues por años nos hemos rodeado de paradigmas que definen la manera en que actuamos, especialmente en el plano laboral.

Recuerdo cuando decidí dejar mi empleo para construir mi carrera como conferencista, una amiga muy bien intencionada me dijo: “No vas a poder vivir de ello, no te van a pagar lo suficiente”. Mi amiga no estaba dándome una razón de peso, más bien me compartía un paradigma limitante personal, que estaba proyectando a mi caso.

Estoy segura de que al leer la pregunta ¿Qué forma le darías a tu carrera profesional ideal?, ya han venido a tu mente una serie de paradigmas que limitan tu respuesta, por ejemplo:

  1. No estamos en un momento que podamos escoger en qué trabajar.
  2. No existe el empleo ideal.
  3. Hay que dar gracias por tener empleo, el que sea.
  4. Mi carrera no depende de mí, sino de las oportunidades que se den en la empresa.
  5. Sé lo que quiero, pero no tengo la preparación para lograrlo.
  6. Hay que poner los pies en la tierra.
  7. Tengo demasiadas responsabilidades que no podría cubrir haciendo lo que verdaderamente quiero.

El problema con los paradigmas es que parecen reales y, por ello, ni siquiera los cuestionamos. Algunos, incluso, están basados en evidencia real, por lo que son aún más difíciles de romper. Pero no por ello deben limitarte.

Como parte del proceso de convertirme en conferencista, decidí sacar una certificación en Estados Unidos. Uno de los requisitos de la certificación era dar una conferencia de cinco minutos, obviamente en inglés. Aunque hablaba inglés, en ese momento no estaba preparada para impartir conferencias en este idioma.

Esta era verdaderamente una razón de peso para buscar una certificación en mi idioma. Sin embargo, yo sabía que la verdadera industria de las conferencias está en Estados Unidos y es allí donde yo quería crecer. Así que, en lugar de dejarme vencer por el paradigma, decidí buscar una forma de resolverlo.

De más está decir que me gradué, pero no solo esto, en los siguientes años fui presentadora en el evento anual de certificación, impartí clases de coaching a alumnos americanos, franceses, polacos y rumanos, siempre en inglés. Compartí escenario en webinars de alcance latinoamericano con los maestros ingleses y norteamericanos.  Incluso, llegué a presentar en varias ocasiones al famoso conferencista John Maxwell, y fui traductora de conferencistas de la talla de Seth Godin, Les Brown, Caroline Leaf y el propio John, entre otros. Como puedes ver, sino hubiera desafiado mi propio paradigma, hubiera renunciado a grandes oportunidades de crecimiento.

Ahora la pregunta que te hago es, ¿Cómo puedes tú romper los paradigmas que limitan tus oportunidades profesionales?

A continuación, te comparto cuatro acciones para romper tus paradigmas.

Cuatro acciones para romper tus paradigmas limitantes

  1. Amplía tu perspectiva. En lugar de cerrar tu mente a un “No se puede”, amplía tu perspectiva con preguntas abiertas que te ayuden a expandir tus ideas. Por ejemplo: ¿Qué pasaría sí…? ¿Quién más lo ha hecho? ¿De qué forma se puede hacer? ¿Qué puedo hacer para lograrlo? ¿Cuál es mi siguiente paso?
  2. Mira la situación desde tu futuro deseado. En lugar de ver tu situación o problema desde tus limitaciones, toma distancia para verlo desde tus posibilidades. Usa la técnica del Backcasting, que consiste en definir el futuro que quieres lograr y luego avanza hacia este futuro preguntándote: ¿Qué hago para llegar allí?
  3. Busca ayuda objetiva. Una buena forma de ampliar tu perspectiva es compartirla con alguien que la vea desde afuera, no desde tus limitaciones. Sin embargo, esta persona debe cumplir algunos requisitos: Debe estar en una frecuencia de pensamiento más amplia a la tuya. Debe haber tenido resultados satisfactorios en el área. Deber ser completamente objetiva. Lamentablemente, la mayoría de los amigos, colegas y familiares no son las mejores personas para apoyarte. Mi recomendación es que busques un coach o un mentor. Un coach profesional se ha especializado en ampliar tu perspectiva en forma objetiva, a través de metodologías estructuradas. Un mentor tiene la experiencia que tú careces, por lo que ve las cosas desde una perspectiva superior.
  4. Mudarte al mundo de las posibilidades. Independientemente de que tengas o no paradigmas que te limitan en este momento, la sola decisión de mudarte a un mundo de posibilidades abre tu mente para estar dispuesto a explorar más allá de tus limitaciones. El solo saber que puede haber un más allá expande tu mente y te permite buscar este más allá.

Por la manera en que está diseñada nuestra mente, el proceso de romper paradigmas es continuo. Cada vez que te acerques a un nuevo sueño o a una nueva meta, tendrás que trabajar en tu mente para ir más allá de lo que crees posible y acercarte a lo que quieres lograr.

Empieza desde ya a desafiar tus propias ideas y de lo que crees que puedes lograr y poco a poco harás el hábito de ir más allá de tus limitaciones.

Y vale la pena, porque tú naciste para brillar, y tu brillo siempre está al otro lado de tus paradigmas.

Autocoaching

Piensa en algo que quieres lograr en este momento, pero que has descartado por no considerarlo posible. Ahora hazte estas cuatro preguntas:

  • ¿Qué pasaría si lo logro?
  • ¿Quién más lo ha hecho?
  • ¿De qué forma se puede hacer?
  • ¿Qué puedo hacer para lograrlo?
  • ¿Cuál es mi siguiente paso?

Tu coach,

Ayudando a Líderes a Brillar