El liderazgo trabaja con visión y metas; la gerencia trabaja con objetivos. Russel Honore

Estamos otra vez en ese momento del año, cuando definimos nuestra visión y nuestras metas. ¡Es el momento de recalibrar, soñar y comenzar a construir nuevamente!

Como líder, tener una visión clara, es especialmente importante porque la visión es el combustible que te mueve al crecimiento. La visión produce energía, automotivación y es contagiosa. Un líder que sabe a dónde va, es un líder que atrae y logra.

Sin embargo, para muchos, este momento es más bien difícil, frustrante y estresante. Escuchamos por todos lados que hay que definir la visión, y de repente vienen a la mente todos estos intentos pasados que no resultaron.

Si tu experiencia ha sido negativa en el pasado, quizá estás experimentando algunos de estos sentimientos:

  • Fracaso -Porque en el pasado no cumpliste-
  • Estrés -Porque te sientes presionado por las metas-
  • Frustración -Por no saber cómo lograr tus metas-
  • Miedo -A salir de tu zona de comodidad-
  • Presión -Porque te has puesto metas que no son tuyas. –

Traza una nueva visión

¡Pero te tengo una gran noticia! Hoy puedes hacer, del proceso de definir tu visión, un momento emocionante que te lleve a crecer y alcanzar nuevas alturas en tu desarrollo personal y profesional.

Quiero decirte que, tu mejor futuro está frente a ti. Mi maestro Paul siempre decía: “Ni tu pasado ni tu presente son profetas de tu futuro”. Tú creas tu futuro con tus acciones de hoy.

Por ello quiero que te enfoques en todo lo bueno que puedes aportar, y dejes tu pasado en experiencias de aprendizaje. Además, date permiso de creer que tienes la inteligencia, la creatividad y la fuerza de voluntad para encontrar las soluciones, a pesar de las circunstancias que vives hoy.

¡Date permiso de soñar de nuevo! ¡Recuerda que tus sueños van a cambiar el mundo de otras personas!

 Y para comenzar a crear este futuro, te comparto seis elementos para crear una visión que te entusiasme y llene de energía.

Seis elementos para crear una visión que llene de energía:

  1. Date un tiempo y un espacio. Trazar la visión es una tarea muy importante en tu vida. El sabio Salomón bien dijo: “Sin visión el pueblo se extravía”. Esto sucede porque somos teleológicos, es decir, nacimos para crecer y crear, y lo hacemos a través de la búsqueda de metas. Cuando tienes una visión que te emociona y la traduces a metas, que te permiten alcanzar esta visión, generas una gran cantidad de energía positiva y eso hace que te levantes emocionado, lleno de ideas, te vuelves más enfocado y eres más productivo. Por el contrario, cuando no tienes visión, pierdes el tiempo, desperdicias recursos y hasta te decaes.
    ¡Tener una visión que te eleve es vital para ti! Por ello, date un tiempo especial para visionar. Busca un espacio privado, reserva unas horas en un lugar cómodo y deja de lado las distracciones, como la computadora y celular. Solo ocupas lápiz y papel. Invierte un tiempo especial en trazar tu visión y dentro de poco verás resultados sorprendentes en tu vida.
  2. Date el permiso de soñar sin auto juzgarte. Este es el momento para que te des permiso de soñar. La palabra soñar se ha desgastado, y se oye romántica y poco realista. Sin embargo, se ha descubierto que una de las fuentes de creatividad más importantes para tu mente, es el espacio para soñar. Los grandes inventores y creadores generaron sus ideas a partir de sus sueños. Soñar significa dar espacio a tu mente para liberarse de las restricciones y paradigmas, y escuchar a tu corazón y a tu intuición. Como decía Steve Jobs: “Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón y tu intuición. De alguna manera, ellos ya saben en lo que realmente quieres convertirte.”
    Recuerda que visionar es un proceso personal, escribe lo que sale de tu corazón, nadie te está viendo, nadie te está juzgando. ¿Qué te parece si este año te das el permiso de escuchar tus sueños?
  3. Trabaja tu visión desde tu propósito. Quiero asegurarte algo: Tú naciste con un propósito. Tú aportas a la sociedad con tus dones y talentos. Tú llenas un espacio que nadie más puede llenar en el mundo. Hay personas que dependen de que tú vivas tu propósito, para que ellas vivan el suyo. ¡Tú eres importante!
    Ferdinand Foch decía: “El arma más poderosa de la tierra es el alma humana en llamas.” Creas el mayor impacto cuando vives tu verdadero propósito. Y vives tu propósito cuando vives tu visión.
    Si no conoces tu propósito, te daré algunas pistas: Tú naciste con ciertos dones y talentos, tienes pasión por algunos temas, y te gusta servir a cierto tipo de personas. Entonces tu propósito es: Usar tus talentos y dones para servir a estas personas, ayudándoles en esto que te apasiona tanto.
    Por ejemplo, si tienes el talento de enseñar y te apasiona la matemática, además te encanta que los niños aprendan la importancia de la matemática, entonces tu propósito seguramente es: Enseñar matemática a niños.
    Ahora añade visión a tu propósito. Imagina tu propia escuela de tutorías, donde enseñas de una forma que los niños lleguen a amar la matemática tanto como tú. ¿Qué te parece? ¿Emocionante verdad?
    Te animo a que te hagas estas tres preguntas:
    a. ¿A quién me encanta servir o ayudar (o con quién me encanta trabajar)?
    b. ¿Qué me apasiona?
    c. ¿Cuáles son mis talentos y dones?
    Ahora trabaja tu visión desde tus respuestas.
  4. Toma perspectiva. Para evitar que tus circunstancias actuales se conviertan en un obstáculo, trabaja tu visión desde una perspectiva más amplia: ¡Piensa desde el futuro! Hazte las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que quiero tener, ver o hacer en mi vida en 10 años? Ahora traza tu visión desde esta perspectiva.
  5. Deja ir el cómo. ¡Este no es el momento de definir el cómo! Hay un momento de visionar y hay un momento de planificar, y es durante la planificación que te haces preguntas del cómo. Definir el cómo, amerita otro blog. Por el momento, confía en mí, y deja ir el cómo.
  6. Asegúrate de pasar la prueba de la visión. ¿Me emociona? Hay un verso que me gusta mucho, que dice: “Una casa dividida contra sí misma no puede prosperar”. Esto significa que nunca vas a ganar, si estás peleando contigo mismo. Por eso la visión debe ser verdaderamente tuya, solo así, usarás tus recursos internos para lograrla. ¿Cómo saber si la visión es verdaderamente tuya? Tu visión te va a emocionar. Te puede causar un poco de miedo, pero un miedo “bonito”. La visión te moverá a la acción y hará que te levantes emocionado, y que pases el día soñando con ella y pensando cómo lograrla. Si no es tu visión, te causará indiferencia, estrés o miedo. Escucha a tu corazón. Una vez que hayas terminado de escribir la visión, léela de nuevo. Si te das cuenta de que no es verdaderamente tuya, date el permiso de comenzar de nuevo. ¡Una vez que estés alineado con tu verdadero YO, vas a ser imparable!

El Secreto de mi éxito

Antes de terminar voy a darte un último “tip”, que realmente es mi secreto de éxito. Cuando se trata de definir la visión, es muy normal quedarse trabado pensando: ¿Y qué hago? Contrario a lo que enseñan la mayoría de las personas que se dedican al desarrollo personal, cuando dicen: “busca en tu interior”, hace algunos años aprendí, que la mejor forma de conocer tu visión es preguntarle a quien te creó. Desde luego respeto tus creencias, pero en mi caso, yo creo que Dios me creó. Así que siempre le he pedido que me de claridad para entender mi visión y mi propósito. Y siempre que me decido a escucharlo, me ha funcionado.

¿Qué te pareció? Bueno, este es un blog un poco largo, pero sé que vale la pena, porque estamos trazando los pasos a una visión renovada, que te lleve a crecer y a brillar en este nuevo año.

Recuerda, como líder necesitas tener un fuego encendido en tu corazón. Solo así, vas a ser capaz de encender el fuego en el corazón de tu gente. Y vale la pena, porque Naciste para Brillar, y cuando brillas, ayudas a otros a hacerlo.

Escucha nuestro podcast “Naciste para Brillar”, donde explico mejor este tema.

Autocoaching:

  1. Hazte estas tres preguntas:
    1. ¿A quién me encanta servir o ayudar (o con quién me encanta trabajar)?
    1. ¿Qué me apasiona?
    1. ¿Cuáles son mis talentos y dones?
  2. Ahora pregúntate: ¿Cómo veo esto en mi vida en el 2022?

Tu coach

Jessica   Calderón

Ayudando a Líderes a Brillar