Una mente en paz, una mente centrada y no enfocada en dañar a otros, es más fuerte que cualquier fuerza física en el universo.

-Wayne Dyer

Dicen que las batallas se ganan dos veces, primero en me mente y luego en la vida real. Por eso es importante entrenar la mente para tener la fortaleza mental que requieren nuestras actividades y desafíos del día a día.

El cerebro es un órgano impresionante, se dice que tiene 86 billones de neuronas y se ha estudiado que una neurona puede conectarse con 10,000 más. Estas neuronas reciben y transmiten información y son la base de tu capacidad mental. ¡Wow! Tu cerebro y tu mente son realmente impresionantes.

La mente vive en tu cerebro, aunque en gran parte aun no se comprende esta relación. Lo que sí se sabe, es que a la mente y al cerebro hay que entrenarlos para que funcionen de forma adecuada. A veces desarrollamos formas de pensar que nos autosabotean e impiden desarrollarnos a nuestra mayor y mejor expresión como seres humanos.

En mis conferencias siempre digo que hay que tomar el control de los pensamientos, porque de lo contrario, los pensamientos corren como caballo salvaje. Lamentablemente, no es poco frecuente que caigamos en trampas mentales, de las que no nos hemos hecho conscientes, pero que nos afectan profundamente.

¿Estás cayendo en algunas trampas mentales?

Por ejemplo, me ha pasado que tengo clientes que me comparten lo que piensan que sus jefes o compañeros piensan y yo les digo: “A ver dígame, ¿Cuándo aprendió a leer la mente?”  También me pasa que se imaginan lo que va a pasar en el futuro, y entonces yo les digo: “Cuénteme, ¿Y desde cuando sabe usted predecir el futuro?”

También he tenido muchos casos de mentalidades absolutas como “Nunca o Siempre”, estoy segura de que conoces personas que usan expresiones como estas:

  • Nunca me salen bien las cosas.
  • Siempre me pasa esto a mí.

Y desde luego, los casos de asumir o personalizar una situación de acuerdo con las experiencias propias. Recuerdo hace algunos años, cuando asistía a una conferencia de liderazgo, un amigo entró a saludarme mientras yo platicaba con dos señoras participantes. Mi amigo me saludo y saludo a una de las señoras, me dijo algo y se fue. Andaba un poco apresurado, así que no se dio cuenta de que no saludó a la tercera persona.

Cuando mi amigo salió de la habitación, la tercera persona le dijo a la otra: “Viste, es lo que siempre me pasa, que me ignoran”. Traté de explicarle que mi amigo normalmente es muy educado pero ese día andaba corriendo, pero no hubo forma de hacerle ver a esta señora que la situación no era personal. ¡Y era un curso de líderes!

Si queremos ser más efectivos en nuestros resultados y en nuestras relaciones, es importante que empecemos a tomar consciencia de las trampas que puede jugarnos nuestra mente. ¡Podríamos estar cayendo en grandes problemas por no controlar nuestros pensamientos! A continuación, te comparto algunas trampas mentales comunes. Toma el tiempo de analizar si tienes la tendencia a caer en algunas de ellas y comprende que son hábitos que has adquirido, que no te ayudan y que puedes cambiar.

Trampas mentales comunes

  1. Saltar a conclusiones: Asumir, sin información suficiente y relevante.
  2. Personalizar: Atribuir lo que sucede a uno mismo. Pensar que los problemas o situaciones que se han dado están relacionados con uno, asumiendo más responsabilidades de la que se debe.
  3. Externalizar: Atribuir los problemas a circunstancias externas, dejando de tomar responsabilidad personal cuando la hay.
  4. Generalizar: Usar expresiones como “siempre”, “todo”, “nunca”, “nada”.
  5. Leer la mente: Creer que uno sabe lo que otros están pensando o asumir que otros deben saber lo que yo estoy pensando.
  6. Razonamiento emocional: Sacar conclusiones en base al estado emocional actual.

Lo más importante de conocer estas trampas mentales es darte que cuenta que no son formas de pensar “normales”, qué mas bien son hábitos de pensamiento que has ido adquiriendo durante el tiempo. Estas trampas mentales se convierten en obstáculos para tu crecimiento por lo que es importante que una vez que las detectes, trabajes en ellas para cambiarlas por formas de pensar más productivas.

Y vale la pena, porque tu naciste para brillar y lo puedes hacer, cuando aprendes a administrar tu mente.

Autocoaching

  1. Toma una semana para analizar tus patrones de pensamiento y determina si estás cayendo en algunas de estas trampas.
  2. Si te has encontrado atrapado en estas trampas, ahora que has tomado consciencia de ellas las puedes cambiar. Para hacerlo, interrumpe tu pensamiento cada vez que te encuentres en una trampa y analiza la situación en forma más objetiva, cambiando a un pensamiento más productivo. Recuerda, ¡Tú eres el dueño de tu mente, tú decides cómo pensar!

Tu coach

Jessica Calderón

Ayudando a Líderes Brillar