¿Cuál es el precio de tu sueño? ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo?

Era Enero del 2010, hacía medio año que había cerrado mi primera empresa después de un fracaso financiero rotundo. Tenía trabajo como consultora, y algunas ofertas laborales, pero en el fondo sabía que no había vuelta atrás, ya no sería empleada, sería empresaria.

El cierre de mi empresa no fue del todo pérdida. La aventura me dio claridad: supe a qué me debía dedicar y qué debía hacer para triunfar como empresaria.

Así que iba a comenzar de nuevo, esta vez con un rumbo claro. Sólo había un pequeño problema: Ya no tenía dinero. Estando casada y con dos hijos en la escuela,  no podía arriesgar más a la familia y nunca he estado a favor de los préstamos.

Me desvelé muchas noches pensando qué hacer, la idea de regresar a un empleo me aterrorizaba, pero necesitaba dinero. Pero tampoco quería dejar mi sueño de ser empresaria.  Así que o buscaba una solución o buscaba empleo. Encontré una solución intermedia y comencé un plan de recuperación e inversión:

  1. Establecer un presupuesto estricto y disciplinarse en el uso de su dinero. Sabía que además de pagar los gastos mensuales, tenía que comenzar a ahorrar para poder invertir. Así que me basé en el programa de Dave Ramsey de la La transformación total de su dinero: Un plan efectivo para alcanzar bienestar económico (Spanish Edition) para hacer un presupuesto estricto.  Definí los gastos y me apegué al presupuesto en forma estricta. Tuve que aprender a controlar el uso de las tarjetas de crédito. Me costó mucho al principio pero poco a poco me acostumbre. Esto me permitió ser más efectiva con el uso de mi dinero y ahorrar todo lo que estaba en mis posibilidades.
  2. Conseguir un trabajo que me permitiera estabilizarme financieramente pero que no fuera una tentación para quedarme: Gracias a Dios pude ubicarme como consultora en un proyecto atractivo,  aunque no estaba alineado con mis intereses. Acepté un salario modesto a cambio de un horario relativamente flexible que me permitiera trabajar en mi empresa.
  3. Iniciar con lo que pudiera: Cómo no podía  iniciar mi empresa, comencé a hacer lo que podía en ese momento: investigar en Internet, estudiar, aclarar ideas, hacer contactos y hacer pruebas. A finales del 2011 registré legalmente la empresa, aunque no comencé a operar hasta Enero del 2013. Créanme, hay mucho que puede comenzar a hacer hoy por su empresa.
  4. Ser impacientemente paciente. He aprendido que en los negocios hay que ser impacientemente paciente. Es una carrera de resistencia, no de velocidad. Tweetealo 🙂  Si usted se desespera a la primera vuelta no va a terminar. Pero debe mantener el paso constante para poder ganar. Aprendí a ser paciente para aceptar que no podía dejar mi trabajo y dedicarme a lo que amaba hasta que las condiciones fueran aceptables, pero fui impaciente en actuar en todo lo que estuviera en mis manos por hacer. Finalmente en Abril del 2012 me retiré de mi posición como consultora para dedicarme a tiempo completo a la empresa y finalmente en Enero del  2013 comencé a operar formalmente.

Termino animándole a iniciar el sueño de tener su empresa aunque no tenga dinero, quizás sus condiciones no sean favorables, quizás se tarde más de lo que espera, pero si no comienza hoy, nunca lo logrará. Así que trace un plan y apéguese a él como que su vida dependiera de ello, porque así es.

Apreciamos tu opinión, ¿Has pasado por una experiencia similar? ¿Qué te ayudo a ti?