No puedes convertirte en lo que necesitas ser, si sigues siendo lo que eres.

Zig Ziglar

Cuando empecé a estudiar coaching en el 2011, mi maestro Christian, un inglés muy estricto, nos remarcó que el coaching es la herramienta más poderosa para crear cambios permanentes en el ser humano.

En ese entonces yo venía del contexto académico, donde mi premisa era que para aprender algo nuevo necesitabas un maestro que te enseñara. Uno de los fundamentos del coaching es que las respuestas ya están en el interior de la persona, y que el coach lo que hace es ayudar a sacar estas respuestas, no darlas. Eso me parecía realmente extraño y honestamente tenía mis dudas al respecto. Por fortuna persisití en estudiar hasta que comprendí el poder del coaching.

Aclaro que estoy hablando de coaching profesional, regulado según la ética y estándares de la International Coaching Federation (ICF), la entidad reguladora de coaching más reconocida a nivel mundial.   No hablo de las muchas personas que se auto declaran coaches, pero que lo que realizan es motivación, consejería o instrucción.

Cuando pasas por un proceso dirigido por un coach profesional, el coaching puede ser un catalizador muy potente para tu crecimiento. Esto se debe a que el coaching trabaja directamente a nivel de tu subconsciente y tus creencias para ayudarte a tomar consciencia de elementos fundamentales para tu desarrollo, tales como tus fortalezas, tus pensamientos limitantes, tus verdaderas metas, y las creencias que dirigen tu vida.

Así mismo, a través del coaching retomas el papel más importante de tu vida, el de piloto y arquitecto de tu futuro.

Como resultado de la crianza, la influencia, el ambiente y en gran parte la educación, a medida que crecemos vamos construyendo una realidad segura en nuestra mente. Es lo que se conoce como nuestra zona de comodidad. Todo lo que hacemos en nuestra vida gira en torno a esta realidad que hemos construido. En este proceso también formamos nuestra autoimagen, que determina lo que pensamos que somos capaces de lograr.

Tanto tu zona de comodidad como tu autoimagen tienen una razón de ser en tu vida, pues te ayudan a ser eficiente y a sentirte seguro. Sin embargo, cuando deseas crecer más allá de tu entorno, comienzas a chocar con una pared invisible ¿Te ha pasado?

Lo que sucede es que tu autoimagen está de alguna forma limitada por todas estas creencias que has construido en tu vida. Tu autoimagen es la idea de lo que crees que puedes lograr, no es un reflejo real de tu potencial. Y acá es donde el coaching toma un papel primordial para ayudarte a avanzar más allá de tus limitaciones autoimpuestas.

El coaching te ayuda a explorar tus creencias acerca del mundo, acerca de ti mismo y acerca de tus limitaciones. Y te ayuda a expandir las ideas de lo que crees que es posible para ti. Además, te ayuda a comprender que tus resultados de hoy son el efecto de tus acciones de ayer. Así que, si cambias tus acciones de hoy, tus resultados de mañana cambiarán.

A través de un proceso estructurado, basado en preguntas profundas, el coach te ayudará a abrir tu mente para que seas capaz de ver opciones a futuro, de entender qué es lo que te está deteniendo, de visualizar tu potencial y de parar el auto sabotaje profesional.

Al explorar tus creencias y limitaciones, comprenderás tu papel para redefinir y construir tu futuro, y entonces, a través del coaching te empoderarás para tomar nuevamente el control de tu vida.

El coaching es tan poderoso porque trabaja directamente sobre lo que crees acerca de ti y acerca del mundo, y te ayuda a expandir tu visión de tus posibilidades y de la realidad. Esto te libera para construir el futuro que tu verdaderamente quieres.

Aun si hoy no tienes un coach profesional en tu vida, puedes aplicar algunas premisas del coaching que te ayudarán a redefinir tu futuro profesional. Hoy quiero compartirte algunas preguntas poderosas que puede ayudarte a comenzar un proceso de crecimiento profesional en tu vida.

15 Preguntas poderosas de coaching

  • ¿Qué es lo que realmente quieres para tu vida profesional?
  • ¿Qué pasaría en tu vida si haces lo que realmente quieres?
  • Si no tuvieras posibilidad de fallar, ¿Qué harías profesionalmente?
  • ¿Qué te emociona de tu carrera profesional?
  • ¿Cómo cambiaría tu vida profesional si te atrevieras a dar ese paso?
  • ¿Qué quisieras que fuera diferente en tu vida profesional de acá a un año?
  • ¿Qué aspecto de tu trabajo está drenando tu energía? ¿Qué puedes hacer para cambiar algo en esta situación?
  • ¿Qué estás haciendo cuando estás en tu mejor momento profesional?
  • ¿Qué te apasiona profesionalmente?
  • ¿Qué meta te emociona realmente?
  • Describe cómo sería un día ideal de trabajo para ti. ¿Qué cambios puedes realizar en tu vida para acercarte a un día ideal?
  • Enumera cinco indicadores de que estás teniendo éxito profesional.
  • Imagina tu vida de acá a 10 años, tomando en cuenta esta visión ¿Qué cambios desearías haber hecho hoy en tu vida profesional?
  • ¿Qué acción puntual puedes hacer hoy para crecer en tus resultados profesionales?

Tomar consciencia de tus posibilidades y de la responsabilidad de ser el conductor de tu vida son los dos más grandes regalos que el coaching puede darte. Hoy mismo puedes empezar a crear los cambios que producirán nuevos resultados en tu futuro profesional.

Recuerda que ni tu pasado ni tu presente son profetas de tu futuro, tu creas tu futuro con las acciones que emprendes el día de hoy. Y vale la pena, porque tú naciste para brillar, y cuando los líderes brillan, ayudan a otros a hacerlo.

Autocoaching

Toma un tiempo especial para contestar estas preguntas poderosas. Una vez que hayas finalizado, date tiempo para trazar un plan, con la siguiente guía:

  1. Determina qué futuro profesional quieres crear
  2. Determina tu estado actual
  3. Identifica los obstáculos que se interponen entre tú y ese futuro.
  4. Analiza estrategias para superar esos obstáculos
  5. Crea un plan de acción y comienza a caminar en ese plan   

Tu coach

Ayudando a Líderes a Brillar