¿Te has fijado que hay personas que parece que siempre les va bien, y que todo lo que se proponen lo logran? Y no solo eso, sino que pareciera ni se esfuerzan tanto para que les vaya tan bien.  ¿Cuál será su secreto?

Hace algunos años me hice esta pregunta: ¿Por qué será que tengo alumnos que se gradúan de la misma universidad, que han estudiado con los mismos maestros y que han sacado similares notas, y a unos les va mucho mejor que a otros?

Y honestamente me estaba haciendo esta pregunta a mi misma, porque mientras estudiaba en la universidad me iba muy bien, pero luego, cuando me gradué, mi carrera no despegó como yo hubiera pensado. Aunque me iba bien, en el fondo de mi mente algo me decía que no estaba ni por cerca a donde tenía el potencial de estar.

En mi mente me preguntaba, ¿cuál es el factor diferencial que hace que unas personas crezcan mientras otras se estanquen? Para mí el misterio era ¿por qué hay personas tan inteligentes, capaces, dedicadas y trabajadoras, que no les va muy bien? Y, por otro lado, hay personas igual de inteligentes, capaces, dedicadas y trabajadoras y ¡les va espectacular!

Yo veía que el talento estaba en ambos grupos de personas, ¿Cuál era la diferencia? Y esta respuesta no solo era importante para mis alumnos, sino que también era muy importante para mí, pues yo estaba en el grupo “promedio”.

Y encontrar esta respuesta es una de las razones por las que me dediqué al estudio del desarrollo de potencial humano y luego me convertí en una conferencista y coach, que ayuda a otras personas a crecer.

Hay una frase que me gusta mucho que dice: Donde va tu enfoque van tus resultados, lo que quiere decir que tus pensamientos definen tus resultados. Hay personas que han enfocado sus pensamientos en forma correcta y están logrando lo que se proponen.

Hay otras personas que su mentalidad, aunque no es mala o negativa, no es la que los llevará a lograr sus metas. Y, por otro lado, hay personas que en forma accidental han activado un “mecanismo automático de fracaso” y sus pensamientos los están llevando a fracasar continuamente.

Entonces, si es de tanto impacto, es importante saber qué es eso de la mentalidad y cómo es que influye tanto en tu vida. El conjunto de nuestros pensamientos habituales crea nuestra “mentalidad”. La mentalidad se va formando a través del tiempo por causa de la influencia de nuestro entorno, las experiencias, los éxitos, los fracasos, lo que escuchamos y con las personas con quienes nos relacionamos.

Esta mentalidad eventualmente se convierte en un piloto automático que conduce tu vida y genera tus resultados. La mayoría de las personas no son intencionales en formar una mentalidad que los lleve en forma automática a lograr sus metas. Peor aún, muchas personas ni se dan cuenta de que su mentalidad actual está enfocada a lo que no quieren lograr y los puede estar llevando al fracaso. 

¡Allí fue cuando me di cuenta de que mi propia mentalidad me estaba limitando!

De hecho, cuando me gradué conseguí un trabajo muy por encima de lo que para mí era lo “normal” a lo que una persona como yo debía aspirar. Y me hubiera quedado allí para siempre, porque tenía un trabajo estable y estaba creciendo.

Pero en el fondo de mi corazón sentía que había más mundo por descubrir y que yo podía crecer un poco más. Pero no sabía qué hacer y por más que trabajaba, seguía estacionada en el mismo lugar. En ese entonces no entendía que estaba luchando contra mi mentalidad, es decir, todas las ideas que había formado en mi mente en relación con los negocios, el dinero, mi propia capacidad, mi crecimiento, lo que el mundo esperaba de una persona como yo, etc.

Cuando empecé a estudiar en el exterior, me di cuenta de que las personas que llegan a un nivel diferente de éxito piensan completamente diferente al resto del mundo, porque tienen otra mentalidad. Entonces me di cuenta de que, si quería tener otros resultados, tenía que empezar por cambiar mi mentalidad, y eso me llevó a donde estoy el día de hoy.  

La buena noticia es que todos podemos cambiar una mentalidad limitante, por una que te lleve a donde quieres llegar. Y el primer paso para hacerlo es tomar consciencia de qué tipo de mentalidad estás teniendo ahora.

A continuación, te comparto una corta autoevaluación para que determines cómo está siendo tu mentalidad en este momento. Contesta cada punto con un verdadero y falso. Al final suma tus puntajes verdaderos, y entre más verdaderos tengas, más orientada al crecimiento esta tu mentalidad.

Autocoaching: Mis siguientes pasos

Al finalizar la autoevaluación determina:

  1. ¿Cómo está siendo tu mentalidad hoy? ¿Es de crecimiento o de escasez?
  2. ¿Qué impacto está teniendo tu mentalidad actual en las metas que quieres lograr?
  3. ¿En qué áreas debes comenzar a trabajar para mejorar tu enfoque y mentalidad?

Y recuerda, tu naciste para brillar y lo puedes hacer cuando cambias a una mentalidad de crecimiento.

Tu coach

Ayudando a Líderes a Brillar