Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y ser más, eres un líder”.
-John Quincy Adams

¿Qué tipo de líder quieres ser? De los que dejan una huella tan positiva, que pasan años y su influencia e impacto continúa y se les recuerda con cariño y admiración; o de los que queremos olvidar lo más rápido posible.

¡Si prefieres ser como el primero, eres mi tipo de líder!

El verdadero líder ve a cada uno de los miembros de su equipo como lo que son, personas valiosas que le ayudan a cumplir el objetivo que se ha trazado. No sólo los respeta, sino que los aprecia y les ayuda a crecer.

Si quieres dar un cambio positivo extremo a tu liderazgo, comienza por añadir más AMOR a la ecuación. ¡Sí, así es! ¡Amor! Aparentemente la palabra amor y el liderazgo empresarial moderno no son compatibles. Sin embargo, el verdadero liderazgo debe estar fundamentado en amor hacia las personas a las que se lidera.

El amor funciona

Hace poco tuve la oportunidad de estar en una conferencia de Joel Manby, antiguo CEO de Seaworld, Saab y Herschend Enterprise. Manby escribió el libro “El Amor Funciona”, donde expone que el liderazgo debe estar fundamentado en el amor como un verbo.

Manby explica que el amor que tenemos hacia las personas a quienes lideramos, hace que seamos más pacientes, amables, que confiemos más en nuestra gente, que dejemos el ego de lado, y nos enfoquemos a ayudarlas a creer para lograr sus metas. Esto genera colaboradores más comprometidos y por ende, mayor productividad y ganancias. Los invito a ver la conferencia de Manby en este link: https://www.youtube.com/watch?v=77QZ1rvBnig.

Escuchando a Joel, me parece lógico lo que dice, pues hace años aprendí que, si queremos sacar lo mejor de nuestra gente, tenemos que ganarnos primero su corazón. ¡La brillantez nunca sale a la fuerza!

Una mirada en el espejo

En mis primeros años como líder, aunque tenía buenas intenciones, era pesada y poco paciente. Pague un precio alto por ello. Aunque mi carrera iba floreciendo, y nadie dudaba de mi capacidad, cada vez eran más las personas que le decían a mi jefe que no querían trabajar conmigo.

Cansada del estrés y como parte de varios cambios en mi vida, renuncié a mi carrera a los 33 años. Entonces me comprometí conmigo misma a cambiar. No me parecía correcto que mi liderazgo fuera nocivo y no era el ejemplo que quería darle a mis hijos. Así que decidí cambiar, pero no fue fácil, porque, aunque sabía que algo estaba mal, no tenía idea de qué era.

Cuando comencé a estudiar liderazgo entendí que yo anteponía los resultados a las personas. Eso era lo que fallaba. Para mí era tan importante lograr los objetivos, que fácilmente dejaba de lado a las personas.

Tuve que re-entrenarme para poner en primer lugar a mi gente. Al principio fue realmente difícil, pero con el tiempo entendí que yo soy lo que soy por la gente que me ayuda. Más que esforzarme por quererlos, me resultó natural tenerles cariño.

La mente bajo presión no brilla

Convertirme en coach me ayudó a reafirmar que iba por el camino correcto, pues empecé a entender cómo funciona la mente en un estado de presión comparada con una mente en un ambiente seguro y de crecimiento.

La primera función de nuestro cerebro es protegernos. Si el cerebro detecta peligro inmediatamente activa mecanismos de protección, por ejemplo, genera hormonas que activan la respuesta de pelea o escape. Lamentablemente, al estar en estado de alerta por períodos prolongados, el cuerpo empieza a desgastarse y caemos en enfermedades como la depresión, ansiedad y similares.

Un mal líder que genera un ambiente de estrés, ambigüedad, indiferencia o caos difícilmente logrará que su equipo brille. Al contrario, terminará con un equipo estresado que no sabe cómo responder.

Por el contrario, un líder que inspira, guía y desarrolla al equipo con paciencia y cariño, crea un ambiente de protección donde su gente puede crecer y prosperar.

¿Qué puedes hacer para mostrar a tu equipo que realmente lo aprecias? Te comparto algunas de las cosas que he aprendido en mi camino como líder y como coach y que realmente funcionan.

5 acciones para mostrar amor a tu equipo

  1. Valora a cada persona en forma individual. Toma tiempo de conocer y entender a cada miembro del equipo. Cuando tengas un equipo muy grande, concéntrate en conocer a tu círculo íntimo e instruir a tus líderes para que pongan atención individual a los miembros de sus equipos.
  2. Guía a tu equipo con seguridad. No hay peor cosa que seguir a un líder inseguro. Aun cuando hay ambigüedad en el ambiente, el primer trabajo del líder es dar seguridad a su equipo. En algunos casos debemos reconocer los momentos difíciles, pero siempre dar la seguridad de que como líderes estamos en control y guiando al equipo a un terreno más sólido.
  3. Inspira hacia una visión clara. Además de dar guía, el equipo necesita inspiración. Somos seres emocionales, primeramente, y luego lógicos. Inspira a tu equipo a seguir la visión y pronto verás un gran compromiso por lograrla.
  4. Empodera a tu gente para ganar. Tu trabajo como líder es dar las herramientas y quitar los obstáculos para que tu gente gané. Eso implica resolver problemas fuera del alcance del equipo, proporcionar capacitación, dar las herramientas y principalmente mostrar confianza en la capacidad y toma de decisiones.
  5. Desarrolla al equipo con paciencia. Todos estamos en proceso, hasta tú como líder. Aprende a tener paciencia para que tu gente llegue al nivel que tu necesitas. A la gente le gusta crecer, pero para lograrlo debe estar en el ambiente correcto.

Parte de la razón por la cual soy coach, es para ayudar a líderes a conectar con sus equipos con amor. Así podrán superar los obstáculos que yo enfrenté en aquel momento en que no sabía que el amor es esencial en el liderazgo.

 Si realmente quieres tener un liderazgo espectacular, donde tu gente se siente feliz y comprometida, comienza con una mirada en el espejo y añadiendo mucho pero mucho amor.

Y vale la pena, porque tú naciste para brillar, y lo puedes hacer cuando ayudas a tu equipo a brillar contigo.

Autocoaching

Toma un lápiz y un papel y evalúate en una escala de 1 a 10 en los siguientes puntos.

Analiza tus respuestas y en base a tus conclusiones, determina acciones que puedes implementar en forma inmediata para crecer en tu liderazgo.

Tu coach,

Ayudando a Líderes a Brillar